El aceite de orégano puede ser de gran ayuda para tratar infecciones por bacterias y virus.
Actúa como potente estimulante inmunitario lo que unido a su acción antivírica explica por qué se viene usando con muy buenos resultados para prevenir y tratar infecciones de las vías respiratorias en general, catarros, resfriados y gripes. Es efectivo incluso cuando ya han aparecido los primeros síntomas. Y si la afección es de garganta, resultará de gran ayuda hacer gárgaras con el aceite de orégano mezclado con agua.
Actúa eficazmente en casos de candidiasis, parásitos, verrugas, pie de atleta, picaduras de insecto y calenturas.
También puede tener efectos positivos sobre problemas gastrointestinales. Su efecto estimulante de la secreción de bilis y enzimas apoya y mejora la función digestiva y junto con sus propiedades antisépticas, antifúngicas y antiparasitarias impiden así la proliferación de organismos patógenos en el tracto gastrointestinal.
COMPOSICIÓN:
Aceite puro de orégano salvaje del Mediterraneo.
Aceite de oliva.
MODO DE USO:
Tomar 1 a 3 gotas mezcladas con un poco de agua o zumo (30 ml). Tomar entre 1 y 8 veces al día según la necesidad y espaciando las tomas.
PRESENTACIÓN:
Frasco de 30 ml.